«La inspiración es un concepto que no me gusta, no confío en ella, es una estúpida idea romántica. Creo en el trabajo y en el juego con los sonidos», ha afirmado el artista francés Yann Tiersen, quien llega esta semana a España para presentar en directo las canciones de ‘Infinity’, su nuevo disco. En concreto, actuará este viernes en Gerona, el sábado en Madrid y el día 21 en San Sebastián.
El músico publicó en 1995 su primer disco, ‘La valse des monstres’, al que más tarde sucedieron nueve trabajos más, entre los que se incluye una colaboración con la americana Shannon Wright. Ahora regresa con un álbum en el que, según ha explicado durante una entrevista concedida a Europa Press, vuelve a hacer lo que más le gusta: «Jugar».
Tal y como confiesa, nunca tiene todo «bajo control», sino solo unas «ideas previas». En primer lugar, graba los sonidos con instrumentos acústicos. Después, manipula todas estas «fuentes sonoras» creadas por él mismo y para ello solo utiliza un ordenador.
Esa libertad creativa que le permite el juego con las máquinas es el secreto de su resultado, a lo que él prefiere referirse como un «mundo interminable de sorpresas y posibilidades» en el que no existe lugar para la «inspiración». «Es un concepto que no me gusta, no confío en ella, es una estúpida idea romántica. Creo en el trabajo y en el juego con los sonidos», ha manifestado.
Cuando Tiersen empieza a grabar un disco intenta «evitar presiones». Por ello, decidió comenzar su tarea en Islandia, un lugar en el que todo era «más fácil» y que descubrió durante un tour «muy largo» que empezó en Australia, pasó por América y después llegó a Europa. Entre estas paradas se encontraba este país, cuya «calma» le recordaba de alguna forma a «casa».
No obstante, Tiersen renuncia a cualquier sentimiento bucólico y admite que el paisaje islandés no fue ninguna inspiración. «Era invierno, estaba en una habitación diminuta y estaba a oscuras todo el tiempo. Me gusta la gente y el ambiente, no el paisaje», recalca.
Preguntado por las diferencias con anteriores trabajos, Tiersen afirma que cada disco le lleva al siguiente. «Del primero al último, esta ha sido una lenta evolución, siempre estoy descubriendo cosas, es una manera de ser auténtico y disfrutar con la música. Cada disco abre una puerta y veo nuevas ideas, y las uso en el siguiente. Y así continuamente», explica.
«NO ME GUSTA FRANCIA»
Tiersen probablemente es conocido por muchas personas por ser el autor de la música que acompaña a ‘Amelie’, un filme que se convirtió en un icono y cuya banda sonora «no es original», sino que se trata de unos temas que el músico ya había compuesto, según matiza, aunque reconoce que para muchos de sus seguidores fue una buena «puerta de entrada».
En este sentido, confiesa que lo que más le molesta de su relación artística con esta película es que ahora su música se pueda relacionar con la ciudad de París, a la que detesta y que significa «lo contrario» a lo que quiere transmitir con su música. «Me siento muy cercano a la naturaleza, no es una música urbana para nada, así que es muy extraño para mí que se relacione con la cultura parisina o francesa».
En este punto, Tiersen, quien nació en la Bretaña francesa, territorio con reivindicaciones nacionalistas, admite que no le gusta Francia, un país a su juicio «terrible», «desfasado» y «completamente separado del resto del mundo». Según destaca, aborrece el chovinismo del país: «Creen que son los mejores y que todo está relacionado con ellos».
En el futuro, el músico ve Europa como un grupo de «pequeñas entidades», una Europa «fuerte» en la que, en lugar de naciones, habrá «pequeños territorios». «La globalización es mala económicamente. Los países tal y como los conocemos ahora están desfasados», indica Tiersen, quien augura una «vuelta a las raíces» sin ser «estúpido» y sin recuperar lo accesorio.