La historia de Tindersticks es la historia de una redención. Es el caso del grupo que empieza a marchitarse, víctima de su propia repetición. Tras un regreso que inspiró poca confianza entre sus seguidores y los no adeptos, con dos discos mediocres tras la ruptura que duró cinco años, las nueve canciones que contiene el nuevo trabajo de la formación liderada por Stuart Staples-creador que, sin embargo, apenas ha tenido horas bajas en solitario- nos devuelven a unos Tindersticks jóvenes, que no precisaban en realidad de una profunda transformación, sino de una revitalización de su sonido. La banda suena mucho más convincente que en sus recientes trabajos y al mismo tiempo mucho más maduros que en los primeros, que se remontan a principios de los noventa. Asoma el glam-rock, puros Roxy Music, y finalmente fluyen los mejores Tindersticks en mucho tiempo, cuando todos los daban por desahuciados. Bienvenidos de nuevo.