El rockero carabanchelero Rosendo actuó este viernes ante 2.500 incondicionales en La Riviera madrileña, en la frontera misma del famoso barrio en el que reina desde finales de los setenta, dentro de la gira de presentación de su más reciente álbum, titulado genéricamente ‘Vergüenza Torera’.
Acompañado como es tradicional del bajista Rafa J. Vegas y el baterista Mariano Montero, Rosendo ofreció un recital que fue de menos a más, comenzando con temas como ‘Listos para la reconversión’, ‘Cosita’, ‘Al lodo brillo’, ‘Hasta de perfil’, ‘Vergüenza torera’ y ‘Salud y buenos alimentos’.
Con el público (tan madurito como entregado) coreando constantemente su nombre entre canción y canción, la velada se fue caldeando inexorablemente gracias a canciones cada vez más celebradas como ‘Qué desilusión’ y ‘Masculino singular’, llegando al clímax con los clásicos ‘Flojos de pantalón’, ‘Pan de higo’ y ‘Agradecido’.
Todavía quedaba tiempo para una tanda de bises con el público ya sí definitivamente descocado y desgañitándose para cantar ‘…Y Dale!’, ‘Majete’ y ‘Navegando’. Como para entonces nadie tenía intención de abandonar la abarrotada sala, Rosendo rescató el ‘Maneras de Vivir’ de Leño para alegría y alboroto de una concurrencia que, ahora sí, se dio por satisfecha tras 100 minutos de vigoroso e infalible rock, tan urbano como clásico. Tan cotidiano como triunfal.