El batería de la banda australiana de rock AC/DC, Phil Rudd, ya no se enfrentará, por falta de pruebas, a los cargos por intentar contratar a un sicario para cometer dos asesinatos, aunque sigue estando acusado por la policía neozelandesa de posesión de metanfetamina y marihuana, así como por proferir amenazas de muerte.
Así lo ha manifestado el abogado de Rudd, Paul Mabey QC, a través de un comunicado, que ha sido confirmado por las autoridades locales. «No hay pruebas suficientes para justificar ese cargo, por lo que se le ha retirado la acusación», ha dicho su abogado, según recoge el diario ‘The New Zealand Herald’.
Mabey ha denunciado que su cliente ha sufrido «publicidad innecesaria y extremadamente perjudicial» como resultado de la presentación de informes «sensacionalistas» de una acusación «muy grave». Un hecho que, según añade el letrado, «en ningún caso puede ser justificado».
El músico nacido en Australia, de 60 años de edad, compareció ante un tribunal en la tarde del jueves, varias horas después de que la Policía hiciese una redada en su casa de la ciudad de Tauranga, en la costa este de la Isla Norte de Nueva Zelanda.
Debido a que aún siguen abiertas varias causas en su contra, el batería de AC/DC deberá permanecer en arresto domiciliario hasta el próximo 27 de noviembre, cuando está citado para comparecer de nuevo ante los tribunales.
AC/DC publicará este próximo mes de diciembre ‘Rock or Bust’, su primer disco en seis años. La banda también se enfrenta a la ausencia de su guitarrista fundador Malcolm Young, quien la pasada primavera dejó la música debido a sus problemas de salud.