El festival Transmissions de Madrid dedicó su primera edición, celebrada el pasado año, a los míticos The Clash. Este año, la organización ha escogido a los Ramones, un fenómeno que va más allá de lo musical, como epicentro de su segunda edición, que arranca este martes y culmina el 30 de junio, y que contará con el batería de la banda, Marky Ramone.
Marky Ramone lleva a cuestas la responsabilidad de haber formado parte de una de las bandas icónicas de la segunda mitad del siglo XX: Ramones, grupo que popularizó el punk rock a mediados de los años 70 y que se convirtió en referente para muchos músicos de la década de los 90. «Ir en furgoneta todos juntos era una aventura», ha recordado este martes en un encuentro con los medios el músico, quien ha admitido que las diferencias ideológicas de los miembros de la banda contribuyeron a que sus canciones fueran posibles.
Marky se considera un liberal demócrata, a quien la ideología republicana le parece «anticuada», mientras que Johnny, cantante de la banda, era un republicano defensor de Bush y de Reagan. «Manteníamos esa oposición e intensidad en el escenario, pero luego intentábamos que las diferencias no nos separaran», indica.
El único momento que no le gustó a Marky fue cuando fueron incluidos en el Rock and Roll Hall of Fame y Johnny dio las gracias a Bush por haber hecho posible aquello. «¿Qué ha hecho él por tu carrera?», le dijo Marky a su compañero de banda.
PUNK, EXPRESIÓN DEL «MALESTAR»
«Cuando la banda comenzó a buscar sitios en Nueva York donde poder tocar, la ciudad se encontraba en una mala situación económica y apenas había un par de sitios donde poder actuar. Había huelgas de transporte, basura apilada…», recuerda. En este sentido, ve una relación entre aquel momento y el que ahora vive Europa y apunta que el punk rock fue, y puede ser hoy, una «buena vía» para expresar el «malestar y la angustia» que sienten los ciudadanos. «No conozco otro estilo musical que consiga lo mismo», añade.
Preguntado por otros estilos que emergieron casi al mismo tiempo, aunque estuvieron localizados en diferentes zonas, Marky apunta que el hip hop y el rap tienen un nexo importante con el punk: «Transmiten cosas». Asimismo, recuerda que en los años 60 las canciones lanzaban mensajes positivos, pero los medios señalaban que solo se trataba de «una panda de fumetas», un punto de conexión que mantiene con el punk también. Hoy en día «la juventud necesita algo con lo que conectar, ya sea letras, sonido o velocidad». Black Flag, Sex Pistols y ellos mismos tienen «ese tipo de conexión», en opinión de Marky Ramone, quien esta tarde mantendrá un coloquio con los asistentes a las proyecciones que tendrán lugar en el marco del festival Transmissions.
Transmissions nació con la intención de realizar en Madrid un festival internacional de cine enfocado exclusivamente al documental y largometraje de temática musical, que combine una programación compuesta por títulos inéditos en España, masterclasses impartidas por relevantes profesionales del ámbito internacional y una serie de conciertos, djs y actuaciones.