Kepa Junkera: «Estamos moldeando una parte de la cultura»

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Un ambicioso proyecto que fusiona las melodías de la música tradicional vasca con los ritmos del folclore gallego es el último trabajo del vasco, que presenta en ‘Galiza’ un álbum completamente diferente a lo que ha hecho hasta el momento, aunque con los ingredientes habituales a lo largo de su carrera. 

   Músico autodidacta desde que «a los 9 o 10 años» escuchara a su abuelo tocar junto a sus amigos la pandereta y la trikitixa, Kepa Junkera es en la actualidad uno de los músicos vascos más importantes dentro del folclore euskaldun.

   Empezó repitiendo el repertorio de la música tradicional y luego a componer sus propias melodías que han visto la luz desde mediados de los 80 en una veintena de proyectos de estudio distintos. El último de ellos, ‘Galiza’ (FOL Música, 2013) es una fusión de música tradicional gallega con esos elementos que Kepa Junkera lleva trabajando durante décadas.

   «Galiza se sale de lo que habitualmente he hecho, que es la música tradicional vasca con mis composiciones e instrumentos como la trikitixa, la txalaparta o los panderos», explica el artista vasco, que confiesa haber mantenido «una relación muy especial con Galicia desde hace más de 25 años».

   Aunque Kepa asegura que siempre ha sentido admiración por las melodías populares gallegas, en este trabajo se planteó trabajar de una manera muy concreta: ponerse en contacto con distintos amigos de la música gallega para que ellos aportaran «la materia prima» de la música gallega y luego él «añadir los instrumentos con los que he trabajado toda mi vida».

   «No quería añadir un bajo, una batería o programaciones, si no dejarlo en la desnudez que tiene esa música y que me parece ya muy potente», detalla Kepa, que «respetando la sonoridad de cada invitado», él introdujo en cada uno de los 36 temas sus melodías y composiciones.

   «La música popular tiene muchos puntos en común en toda Europa, pero hay zonas donde esas influencias son más claras. Aquí en el norte tenemos elementos muy parecidos, como los instrumentos o ritmos muy parecidos con diferentes nombres y pulsos», sostiene.

   Las diferencias, sin embargo, son pocas, según el músico, que señala que se hacen palpables según «el instrumento con el que compongas», en «la sucesión de notas» que cada uno de ellos puede extraer y «en su propia idiosincrasia».

   «Ellos tocan la pandereta de una forma y yo de otra, hay pequeños acentos diferentes, pero para eso tienes que escucharlo bien. Las gaitas pueden parecerte todas iguales, pero no tiene nada que ver una escocesa y una gallega o una irlandesa», igual que «un acordeón no es lo mismo que un bandoleón, una concertina o un acordeón de piano».

   «Lo bonito de todo esto es que hay un patrimonio que tenemos que mimar y que cuidar, porque ha llegado a nuestros días después de generaciones. Yo a partir de ese patrimonio genero nuevas melodías», explica Kepa Junkera, defensor del potencial exportador que contiene la música popular que se hace en la península frente a otro tipo de estilos con más público actualmente.

   «Tu no puedes ir con una serie de músicas que han desarrollado otros y es más complicado proponerles algo nuevo», considera el artista, que pone de relieve que la música tradicional vasca «es algo que se ha hecho aquí entre nuestros padres y abuelos».

   «Me extrañaría que me llamaran de Irlanda si tocara ritmos suyos. Me llaman porque quieren que toque mis melodías, con mis técnicas y con mi sonido y mi forma de tocar. Para mi hay una mina en todo esto», confiesa el músico, pese a que la música tradicional sigue siendo de «proyectos artesanales y gente minoritaria que lleva muchos años y que toca para gente muy fiel, pero que no está en los circuitos promocionales habituales».

   Y aún más allá, Kepa Junkera cree que «no puedes imitar» estilos nacidos en Estados Unidos, por ejemplo. «Es otra cultura, tanto para lo bueno como para lo malo y no tiene nada que ver Texas con Bilbao. Lo que surge allí no se puede imitar y he podido comprobar que músicos muy buenos de otros lugares lo que encuentran interesante es la música popular que hacemos».

   Para él, personalmente, el folclore «ofrece mucho más que muchas músicas actuales». «Y yo escucho música electrónica, porque tengo un estudio y trabajo con algunos artistas de ese estilo y tengo contacto con artistas modernos de diferentes disciplinas», puntualiza, para dejar claro que hacer música tradicional no supone «que vistamos con albarcas o no tengamos contacto con la realidad».

   «Defendemos algo que va dentro de nosotros», sentencia Kepa, que cree que «no podría aportar nada nuevo» a otros estilos que no fueran al que se dedica. «Esto es auténtico, esto tiene energía, esto es real, esto está tocado de verdad», glosa sobre su último trabajo, «es un trabajo real y tenemos la suerte de que estamos modelando una parte pequeña de la cultura».

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