Interpol se dieron a conocer en el universo musical en 2002 con Turn on the bright lights, un disco que se convirtió en un éxito rotundo y en referente dentro de las novedades de la pasada época. La banda no ha podido repetir un álbum con la misma acogida por parte de público y crítica pero tiene algo muy claro: «No puedes permitir que la presión te afecte o tendrás que olvidarte de todo».
Desde entonces, el grupo ha publicado tres discos más (Antics, Our love to admire e Interpol) y el próximo lunes estrena un nuevo álbum que lleva por título El pintor y que sale «directo del corazón», tal y como ha manifestado el batería de la banda, Sam Fogarino, durante una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de su visita a España para promocionar el trabajo.
«Es más inmediato y visual y menos intelectual», explica el artista, quien afirma que en esta ocasión, y a diferencia de su anterior disco homónimo, han dedicado «mucho tiempo a ensayar y menos a hablar sobre él».
En total, el disco contiene diez canciones: All the Rage Back Home, My Desire, Anywhere, Same Town, New Story, My Blue Supreme, Everything is Wrong, Breaker 1, Ancient Ways, Tidal Wave y Twice as Hard.
Fogarino compara la creación de estos temas con la construcción de un edificio: «Primero te centras en el interior, en la estructura y en el marco. Entonces, viene lo demás, el aspecto visual. En el anterior trabajo ocurrió al revés, pero esta vez sale de la base, del corazón».
El baterista del grupo continúa con la comparación y explica que en un grupo, al igual que ocurre en una obra, «alguien tiene que dirigir el proyecto». Mientras que en el pasado todo el mundo quería opinar, ahora «los egos se han quedado atrás» porque se han preguntado: «¿Para qué hacemos esto?». «Todo es irrelevante si la música no es buena», apunta.
QUINTO DISCO
En cuanto al nombre escogido para este nuevo disco, El pintor, el quinto de su carrera, Fogarino explica que se trata de un término «sencillo» que aporta un simbolismo al trabajo por sí mismo. «El título en sí es casi poesía, cobra vida. Incluso antes de leer las letras», ha dicho.
En El pintor ha participado el ingeniero de sonido James Brown, alguien que ha marcado una «gran diferencia» y que entiende «lo que el grupo ha hecho y lo que es capaz de hacer». «Sabe cómo combinar la atmósfera y la música rock, porque ya lo ha hecho en bandas como My Bloody Valentine y en Foo Fighters, por ejemplo. Sabe lo importante que es el impacto y cómo crear un ambiente», explica.
Según indica el batería del grupo, Interpol no se ha marcado un límite temporal y, tal y como indica, si algún día desaparece «no será una decisión intelectual». «Ocurrirá en el momento en el que ya no nos guste lo que hacemos. Todo cambia rápido y nada está garantizado, incluso quizás no tengamos opciones. Pero pararemos cuando esto ya no sea honesto», añade.
Preguntado por la visión de grupo oscuro que aún despiertan en el público, Fogarino lamenta que la gente aún espera que no sonrían y que vayan «vestidos de negro de arriba abajo» y precisa que eso solo es un «pequeño aspecto» de lo que en realidad son. «La gente sigue fijándose en lo mismo, les gusta el drama», concluye.