La discográfica EMI, una de las cuatro grandes del sector de la música, ha decidido finalizar el contrato con el servicio de música en ‘streaming’ GrooveShark. El motivo de esta ruptura es que la discográfica alega que el servicio de música no ha cumplido con las obligaciones financieras de los contratos firmados en cuanto a la concesión de licencias. Al igual que ocurrió con el resto de las grandes discográficas -Universal, Sony y Warner-, la relación entre GrooveShark y EMI ha terminado por romperse tras varios meses de problemas. El pasado mes de enero, Grooveshark fue demandado por la discográfica. El sello acusó al popular servicio de música en ‘streaming’ de no pagar ningún ‘royalty’ desde que firmó un acuerdo sobre licencias de música hace casi tres años. Pero después de esta demanda, EMI ha decidido acabar con el acuerdo definitivamente. Según los documentos presentados ante el juez, resocgidos por CNET, revelan que la discográfica EMI alega que Grooveshark «no ha cumplido con las obligaciones financieras» de su acuerdo en cuanto a concesión de licencias. Sin embargo, la versión del servicio de música es diferente. Sostiene que hasta el momento ha cumplido con los más de 2,6 millones de dólares pedidos por EMI y que la separación se debe a las exigencias y planes actuales de la discográfica. «Grooveshark ha sido forzado a tomar la difícil decisión de separarse de EMI debido a que actualmente las tasas requeridas por EMI son insostenibles. Además, el sello está pendiente de su fusión con Universal Music Group, algo que consideramos un monopolio», aseguró el servicio de música en un comunicado. El servicio de música ha añadido que todavía tienen que encontrar «fórmulas para los pagos del ‘streaming». Sin embargo, el equipo de GrooveShark no duda en resaltar que continuarán con la misma dedicación que hasta el momento hacia los artistas y autores. La pérdida del contrato con EMI supone un gran golpe en contra de GrooveShark, ya que era el único sello con el que el servicio mantenia acuerdos. Las otras tres grandes -Universal, Sony y Warner- presentaron una demanda contra el servicio por vulneración de derechos de autor, al ‘piratear’ miles de canciones