Un año después de su muerte se conoce, vía The Telegraph, que Gary Moore murió de un ataque al corazón después de una ingesta inhumana de alcohol. Según se puede leer en el artículo el cuerpo del guitarrista presentaba 380 mg de alcohol por decilitro de sangre; quedándose cerca del record de Amy Winehouse que presentaba unos niveles de 416 mg por decilitro de sangre.