La banda barcelona Cyan publica este próximo martes su tercer disco, ‘Delapso’, una colección de diez nuevas canciones con las que mantienen la ilusión por una profesión tan gratificante como complicada para subsistir en los tiempos que corren. «Es difícil ser músico porque implica que tengas que mantener como una especie de vida paralela que te permita pagar el alquiler y la comida», plantea su vocalista, Javier Fernández.
En una entrevista con Europa Press, Fernández apostilla que él ha constatado esta situación al hablar y fijarse en «compañeros y otras bandas», pues todos están haciendo «malabarismos para poder girar y tocar, manteniendo otros trabajos». «Porque ahora mismo es muy difícil aguatar sólo tocando», recalca.
En cualquier caso, señala que «la parte bonita de todo esto» es que a pesar de que sea así de duro «siguen saliendo bandas», y ellos en particular están muy ilusionados con este nuevo trabajo. Porque a su juicio, «al final da igual cuan difícil sea la vida haciendo canciones, complicados los malabarismos, para poder ir tocando ahí».
Por eso Fernández destaca que a pesar de todo los músicos tienen «suerte», y se dedican a hacer canciones «no por masoquismo», sino porque han sido afortunados al haber encontrado «una serie de cosas» que hacen sencillamente porque les gusta. «Tenemos esa suerte», remarca.
«UN DISCO MÁS GUITARRERO»
Sea como fuere, lo cierto es que la banda está muy contenta con este álbum, en el que como músicos se han soltado más y han vuelto a trabajar de forma totalmente independiente, componiendo, grabando y masterizando todo por su cuenta. El resultado, para el vocalista del grupo es un disco «más visceral».
«Es un sonido más potente. Siempre hemos sido bastante guitarreros aunque a veces no se note, pero hemos tratado de que todo quede más fiel al directo y el sonido es más agresivo, crudo y sucio. Creo que ha salido a flote toda la etapa noventera que hemos chupado como banda, porque escuchamos de todo pero la época noventera del grunge y el rock alternativo de alguna manera nos marcó», reflexiona.
Retomando la complicada vida del músico hoy en día, Fernández da una nota de 7 sobre 10 al circuito de salas español, pues a pesar de que pudiera ser «mucho más amplio en lugar de estar cerrando locales, por suerte sí que existe esa posibilidad de ir tocando por todo el país».
Una gira que tras varias presentaciones en tiendas de Fnac, arrancará el 1 de marzo en la Sala Wah Wah de Valencia, para después visitar, por ahora, otras ciudades como Albacete, Granada, Sevilla, Ceuta, Oviedo, Barcelona, Zaragoza, Elche y Almería.