Actores: Adam Driver, Greta Gerwig, Mickey Sumner
País: Estados Unidos
Genero: Comedia dramática
Hace ya un tiempo que películas norteamericanas de corte indie, están tomando un lugar importante en la industria del cine, convirtiéndose en una alternativa a las grandes producciones hollywoodenses. Básicamente son films donde predomina la conversación y planos largos, que no presentan una gran historia, sino que llevan la bandera de la simpleza y la cotidianidad, logrando una fuerte identificación del público con los personajes realistas, con defectos y viviendo la vida. Noah Baumbach, conocido por trabajos como The Squid and the Whale o Greenberg, nos trae su última producción: Frances Ha. Este film cuadra perfectamente en la estética mencionada anteriormente, presentando la historia de una bailarina de 27 años que se encuentra en un estado nómade, sin un espacio al cual aferrarse, al tiempo que intenta encontrarse a sí misma.
Hay una temática que estructura el film: el de la identidad. Frances se encuentra muy cómoda y feliz junto a Sophie, su mejor amiga, complemento y alma gemela. Una vez que dejan el departamento que compartían, la seguridad de Frances es puesta en jaque, y se debilitan todas sus estructuras. A partir de allí, buscará lazos que suplanten la falta de Sophie y empezará un proceso de descubrimiento de sí misma y búsqueda de su propia identidad a partir de la soledad y el tránsito.
En verdad no suceden muchos acontecimientos en la película, sino más bien es el recorrido identitario de una mujer, los lugares que transita, la gente que conoce y sus formaciones. Es una comedia dramática sobre algún pedacito de la vida, como cada película de Baumbach, mostrando las debilidades de sus personajes, que siempre son antihéroes un tanto outsiders sin poderse acomodar del todo a lo que la sociedad pretende de ellos. La desadaptación de Frances, su continua falta de dinero y hogar, su dificultad para entablar relaciones sociales, su escape al mundo laboral, la hacen tambalear en una realidad que por momentos se vuelve asfixiante. Lo interesante del personaje de Frances es que nunca muestra un costado negativo depresivo, ella parece flotar en una realidad que la sobrepasa.
La película tiene como personaje central, también, a los espacios. Cada fragmento del film está marcado y abre con los lugares por los que Frances va transitando, casi siempre de manera abúlica, aunque por momentos, exaltada y siempre en la búsqueda de algo. Es decir, en esta construcción identitaria los lugares son fundamentales piezas de formación; y como escenario de (casi todos ellos) está la ciudad predilecta de Woody Allen, Nueva York, siempre con esa atracción cinematográfica, al igual que París (que también es espacio de tránsito en la película).
Acompañada de una bella música, una fotografía y estética impecable y un personaje inolvidable a cargo de Greta Gerwig (también guionista en este film) Frances Ha es una película profunda que puede lograr identificación en cualquier mujer de la edad y que nos deja conocer a su protagonista sin ningún tapujo y apelando a un fino realismo.
fuente: indiehoy