Black Lips es posiblemente la banda de garage que mediante esfuerzo, constancia y honestidad en su propuesta que logrado un estatus y posición más que privilegiada en comparación de sus congéneres ¿qué harán ahora que la competencia es cada vez más dura por esa preciada portada de revista y ese mote de “los consentidos”?
Underneath The Rainbow es el esperado regreso de este cuarteto que desde shows en Tijuana hasta en la Franja de Gasa ha dejado sordos, galones de sudor de cerveza y ensangrentados a su paso; desde Good Bad Not Evil (2007) los originarios de Atlanta, Georgia regresaron la mirada a la pedalera fuzz, los pequeños clubes clandestinos y los gritos animales en vez de armoniosos cánticos ¿qué hay de nuevo? ¿qué ha hecho la banda para mantenerse vigente y seguir en la cúspide? Absolutamente nada.
Este trabajo no representa ni un paso atrás ni un paso adelanta para Cole Alexander y compañía, sino que siguen haciendo lo único que saben hacer: crudo rock, blues y un condimento campirano por ahí. El disco carece de sorpresas; no hay gran tema que como en su momento “Bad Kids”, “Sea of Blasphemy” o “Family Tree” se quedara como chicle en las audiencias, y peor aún, parece que cierta fiereza se ha perdido. Ese eje de furia, estupidez o borrachera parece solo una resaca ahora. Una especie de trabajo en que sus integrantes se despiertan tras una juerga titánica y se meten al estudio con dolor de cabeza, pereza y con meras ganas de pasar lista: “Somos los Black Lips y aquí seguimos” dice el álbum en cada pieza.
Argumentar que no se puede exigir mucho de una banda de garage, sería desprestigiar un género que tiene ya más de cuarenta años de vigencia mundial y hoy por hoy sigue haciendo ensordecedor ruido y engendrando más y más bandas; en Underneath The Rainbow destacan “Do The Vibrate” y “I Don’t Wanna Go Home” mientras que el resto suena a una mala reversión de “Raunchy” de The Ventures ¿le echaremos la culpa a la producción de Patrick Carney (The Black Keys)? Está de más siquiera mencionarlo, realmente.
El dilema que este álbum genera en su servidor es, teniendo ya cada vez más y más bandas de garage en boga que buscan no reinventar el género sino ver por ofrecer algo más allá de lo esperado de un conjunto de analfabetas con guitarras ¿qué merito puede haber en más de lo mismo? Mientras Black Lips tocaba noche tras noche “O Katrina”, se alzaron Thee Oh Sees, King Khan & The Shrines, The Men y además llegaron PYPY, The Callas y AJ Dávila ¿para qué necesitamos otro disco de Black Lips, entonces? ¡Dense a desear, muchachos!
Black Lips – Underneath The Rainbow
2014 – Vice Records
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01. Drive By Buddy
02. Smiling
03. Make You Mine
04. Funny
05. Dorner Party
06. Justice After All
07. Boys In The Wood
08. Waiting
09. Do The Vibrate
10. I Don’t Wanna Go Home
11. Dandelion Dust
12. Dog Years
fuente: indiehoy