Tras más de 30 años de trayectoria, Simple Minds continúan en la carretera para defender en directo los clásicos que les llevaron a los puestos más altos de las listas internacionales, pero también para mantener el «reto» de componer nuevas canciones y demostrar al público que el «desafío continúa», según ha señalado su cantante, Jim Kerr, en declaraciones a Europa Press. «Dos minutos antes de coger el teléfono», el escocés ha estado componiendo, algo que no ha dejado de hacer desde que tenía 14 o 15 años. Hace unas semanas han terminado de grabar cuatro canciones y, cuando terminen la gira en la que están inmersos, volverán a estudio para continuar con su nuevo disco, que saldrá el próximo año.
Simple Minds, que actuará el próximo 9 de agosto en Marbella dentro del Starlite Festival, prepara un setlist en el que incluye diez canciones que la banda toca «todas las noches» y doce que van cambiando, «lo que permite que suenen frescas». Entre esas composiciones, puede que incluyan alguno de los nuevos temas, en los que se refleja una «nostalgia de un sitio y tiempo, un cuadro de un momento que evoluciona». «No quiero ser hiriente, pero no creo que en el futuro se mantengan tantos grupos de ahora», afirma, aunque matiza que «eso no significa que no haya buenas bandas». En este sentido, declara que, tal y como dice un amigo suyo y también productor, «no habrá artistas como Bruce Springsteen, Bono o John Lennon, porque vienen de un tiempo y un lugar específicos».
En este sentido, destaca que artistas como Peter Gabriel o The Rolling Stones mantienen un buen estado de salud y, según recuerda, la última vez que los vio «estuvieron brillantes, conservan la energía de los niños». En el rock and roll puede ocurrir «lo mismo que pasaba con los tipos negros que cantaban blues: mejoraban a medida que iban cumpliendo años».
AMISTAD: «LA GRAN RECOMPENSA»
Charlie Burchill, guitarrista de la banda, ha permanecido junto a Kerrdesde 1978, cuando el grupo se formó en la ciudad escocesa de Glasgow. Se conocen desde los ocho años y, sin embargo, aún tienen «algo de lo que hablar», cuenta el cantante de Simple Minds. Para el artista, tener «una gran amistad con alguien con el que trabajas ha sido la gran recompensa». «Supongo que no aburrirse del otro es raro, porque no demasiadas relaciones continúan sin pelearse. Nosotros también tenemos desacuerdos, pero eso hace que esto sea interesante, porque nos parecemos pero somos diferentes», explica. «Mi matrimonio duró solo cinco años, así que no es como un matrimonio. Además, tampoco dormimos juntos», bromea. Desde que comenzaron en el mundo de la música, Simple Minds ha logrado varios números uno y discos de platino, pero también han recibido críticas negativas. «Tienes que entender que nadie te debe nada, tienes que luchar y tener lo que en español se llama «cojones». Puede que no te guste, pero es así», admite.
Kerr no se siente nostálgico sobre el pasado, simplemente considera que «fue un momento especial» del que está «orgulloso». Según recuerda, al principio «no fue fácil». «Teníamos que salir, perdernos, sudar y estar todo el día viajando. Llovía todo el tiempo y en ocasiones acabábamos hartos, pero tuvimos suerte», señala. El líder de Simple Minds, que el pasado día 9 cumplió 53 años, afirma que «nunca sabes si vas a parar». Hace diez años pensaba que sí iba a hacer una pausa, porque ya no tenía «energía ni inspiración». Sin embargo, ahora siguen actuando y tienen un disco en mente. La clave está en pensar en el presente, «en el show de esta noche». «Cuando pierdes ese compromiso y esa pasión es cuando tienes que parar», asegura. En opinión de Kerr, es «fantástico» lo que ha conseguido la tecnología, porque «ahora es más fácil que nunca escuchar nueva música. El problema está en cómo pueden hacer negocio con ello». «Uno de los problemas puede ser que no exista un filtro, ese es el trabajo ahora de los críticos, para presentar nuevas apuestas y dar una perspectiva», concluye.