¿Cómo te sientes tras estar nominado a los Hollywood Music in Media Awards?
Muy contento y satisfecho. Sin duda ha sido todo un reconocimiento a Vodevil Vargas como proyecto musical. Además ya es todo un premio poder presentar ‘Betis, 41’ allí. Esto nunca hubiera sido posible sin la nominación de por medio.
En Los Ángeles han surgido principios de acuerdos interesantes que durante estos días siguen su curso. Lo mire por donde lo mire ha sido una experiencia muy positiva.
-¿Qué influencias tienes?
Todas las que te puedas imaginar. Vodevil Vargas es un proyecto de música conceptual: la música está compuesta en base a la historia que se narra y es por ello que cada canción tiene una personalidad propia, muy acusada y diferente del resto. Era la primera vez que me planteaba un reto compositivo de este modo y por ello he tenido el lienzo en blanco. He hecho exactamente lo que me ha apetecido en cada momento.
¿Influencias? Desde King Crimson a Kreator, pasando por Depeche Mode, Pasión Vega, Tori Amos o Genesis. Por supuesto, todo ello sin perder la perspectiva del Rock. La energía del Rock es la que siempre me ha impulsado a tocar y componer.
-¿Piensas que en realidad está cambiando algo en la escena nacional?
Sí, pero a peor. El único reducto que nos quedaba a los músicos auto-producidos era el directo. La persecución a las salas de pequeño y mediano aforo se está convirtiendo en el final de la música en vivo para muchos artistas. Aquí en España, claro.
Vamos muy lentos en cuanto a la adaptación al nuevo modelo de negocio. En Los Ángeles un directivo de Capitol Records comentaba que al CD le quedan 5 años de vida. No más. No sé si estará en lo cierto o no, pero es probable que así sea. Afortunadamente el vinilo parece que resistirá al paso del tiempo, aunque solo sea por una cuestión de “romanticismo musical”.
En definitiva, está en manos del público el hecho de que los artistas podamos seguir produciendo nuestras composiciones. Comprar una canción en iTunes es un pequeño gesto, pero puede ayudar mucho a cocinar el caldo de cultivo que aprieta desde abajo.
– ¿Cómo ha reaccionado la gente ante ‘Santa Cruz’?
Extraordinariamente bien, afortunadamente. No he tenido dudas en usar ‘Santa Cruz’ como carta de presentación: tiene todos los elementos que definen a Vodevil Vargas como proyecto musical. Es un single de larga duración, tiene una alta carga de fusión de estilos y además su estructura es lo más anti-comercial que puedas echarte a los oídos.
Por todo esto me sorprendió la respuesta tan positiva del público y de la prensa. Invito a todos vuestros lectores a pasar por la sección ‘En los medios’ de vodevilvargas.com y dar un vistazo a los diferentes comentarios que se han realizado a nivel nacional. La nominación a los Hollywood Music in Media Awards fue la guinda. ‘Santa Cruz’ es una canción que me ha reportado muchas satisfacciones personales, incluyendo su gestación y producción.
– ¿Cómo fue el proceso de grabación de ‘Betis, 41’?
Muy interesante. A nivel de producción ha sido todo un reto. No es fácil transmitir a los músicos la idea que tienes en la cabeza y además buscar espacios para que cada uno de ellos deje su estilo personal. Esto último para mí era fundamental.
Personalmente lo he pasado como nunca viendo crecer las canciones y por primera vez me he olvidado del directo y he grabado tantas guitarras como he necesitado en cada ocasión. ‘Cianocrilato’ tiene partes en las que hay nueve guitarras sonando a la vez. No es una cuestión de “llegar al límite”, sino de buscar una sonoridad concreta.
Tener además a músicos tan reconocidos, y de tan diferentes estilos musicales, en la misma obra ha sido un placer profesional y personal. Mezcla y mastering se han realizado en los estudios New Sin, Loria, Italia. A los mandos de la mesa ha estado un auténtico genio de las grabaciones analógicas: Luigi Stefanini
– ¿Qué podemos esperar del disco?
Rock sin etiquetas, fronteras ni complejos. Rock ecléctico, si lo prefieres. La trama de Vodevil Vargas está ambientada en la España más profunda de mediados de los setenta, en la ciudad de Sevilla. ‘Betis, 41’ es la sinopsis de toda la obra pero habrá dos partes más: desarrollo y desenlace.
– ¿Tendremos alguna sorpresa para lo que queda de año?
Para mí la sorpresa sería encontrar canales de distribución para ‘Betis, 41’ en España. Está siendo algo realmente complicado, en contraste con la buena acogida que el material está teniendo fuera.
Si te refieres a posibles conciertos, puedo adelantar que no. Aunque ya estoy en ello…
– ¿Junto a quien te gustaría tocar y donde? (vivo o muerto)
Vivo, Miguel Ríos. Muerto, Freddie Mercury. Con estos dos genios el “dónde” sería lo de menos.
– ¿Qué opinas del mundo 2.0 en la música?
Que no es una elección. A día de hoy es necesario estar ahí. Además, creo que es bueno. El público está muy acostumbrado a invertir en un CD en el que luego no todas las canciones son de su agrado. El 2.0 favorece, entre otras muchísimas cosas, que el respetable pueda escuchar al completo un trabajo, antes de decidir sin invertir en él o no.
– ¿Hay alguna anécdota que se pueda contar?
De las que se pueden y de las que no! Jeje… Con respecto a ‘Betis, 41’ te puedo decir que solo dos de los más de 10 músicos que han pasado por la grabación se conocen personalmente. Muchos ni siquiera residen en la misma provincia. Esa es la universalidad de la música. Dos personas pueden no saber nada el uno del otro y estar conectadas por una melodía.
– ¿Rituales pre concierto?
No soy muy maniático. Afinar, me temo!
– Fechas
10 de Diciembre, salida a la venta de ‘Betis, 41’. El resto se irá viendo.
– ¿Dónde podemos encontrate en la red?
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