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La organización del
Pulpop Festival 2018 anuncia el primer avance de cartel con
la incoporación de Ángel Stanich y Los Punsetes.
La Plaza de Toros de Roquetas de Mar (Almería) acogerá el
próximo 06 y 07 de Julio la décimo tercera edición del festival
roqueteño, que como siempre será totalmente gratuito y de nuevo
contarán con las formaciones más interesantes del panorama Indie
Nacional e Internacional.
El Pulpop Festival
es uno de los festivales gratuitos más veteranos del Sur de
Andalucia, caracterizado por el apoyo a bandas locales de la
Provincia y por programar un cartel de lujo con las formaciones
más determinantes del momento. Sumando igualmente nuevos valores
con la celebración del concurso de bandas, siendo esta la
tercera convocatoria, donde los finalistas tendrán la
posibilidad de actuar junto con las bandas del momento. |
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LOS PUNSETES
Toda su producción se ha destacado por la valentía de sus
textos y la frescura de su música, la naturalidad de su
imagen… Y también por Ariadna, voz y figura única y especial en
el circo del rock.
Los Punsetes tienen la cualidad de decir lo que todo el
mundo piensa, sin rodeos, de convertir canciones de apariencia
sencilla en himnos generacionales. Publicaron su primer LP en
2008 y hoy por hoy son un nombre consolidado en la escena
independiente iberoamericana y uno de los grandes referentes en
España.
Se podría decir que no hay un grupo como ellos, que nadie hace
lo que hacen Los Punsetes, ni tienen la mitad de
vergüenza, y que además nadie tendría el valor de tratar de
hacer nada parecido.
Su quinto disco, “¡Viva!”, está producido Pablo
Díaz-Reixa, “El Guincho”, y el resultado es 110% marca de la
casa: el grupo sonando como nunca, varias frases para enmarcar
con la acidez habitual y unos cuantos momentos memorables para
revivir en directo. Los Punsetes han vuelto. ¡Viva! |
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Los
Punsetes - ¡Viva! (Video oficial). Click
Aquí |
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Ángel Stanich
“Antigua y Barbuda”
Ya está aquí. Se llama Antigua y Barbuda. Llega envuelto
en flamante rojo bermellón y despliega en su maravillosa
amplitud la incontenible personalidad de un músico ciertamente
distinto.
Han pasado 3 años de su ya emblemático Camino Ácido
(2014), una espera mitigada por sutiles himnos generacionales
como Carbura ! (Cuatro Truenos Cayeron, 2015),
christmas envenenados (Jesús Levitante) y, ya al borde de
este verano, Siboney, un exuberante EP que clausura ciclo y abre
la puerta a nuevas e insospechadas aventuras, al deslumbrante
universo de Antigua y Barbuda.
Concebido como un álbum de vinilo, con ayuda de Javier Vielba
(producción artística) y grabado con su fantástica Band “a la
vieja manera”(todos juntos) en los estudios Revirock
(Dani Alcover), Antigua y Barbuda descorcha por fín las
esencias del genuino Stanich, liberado de ataduras-referencias y
muestra decididamente su prodigiosa genialidad. La intuición,
ambición y evolución de un Stanich que va dejando atrás
su estela fronteriza –con la que ajusta cuentas en Un Día
Épico-, mientras expande su ingenio surrealista, mas personal si
cabe, y un humor clandestino, perturbador e incisivo, en sus
mejores letras hasta le fecha. |
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Antigua y Barbuda
es un safari emocional por 10 maravillosas historias (11 en CD),
donde esa extraña e inconfundible voz nos guía a través de
expediciones literarias en el tiempo y sonidos cambiantes que te
dejan boquiabierto. De la acidez romántica que destila la
preciosa oda de fragilidad “americana” que abre el disco (Escupe
Fuego), a la malévola ironía bailable de Hula Hula,
ingenioso homenaje a la indietrónica nacional de los 90’s (de La
Casa Azul a Hidrogenese) y/o al Bowie–Chic). Del sublime
escalofrío que recorre esa imposible odisea de crónica negra que
es Galicia Calidade (entre Grateful Dead y los mejores Wilco), a
la hondura emocional de esa enorme epopeya existencial, Casa
Dios, con sentencias definitivas como “soy un náufrago
convencido”; o la insólita recreación historicista (Camaradas)
de un romance de izquierdas en la hoy ¿denostada? Transición del
‘78, en la que él ni siquiera había nacido.
Hay metáforas ciclistas sobre “la soledad del corredor de
fondo”(Le Tour 95 -el último de Indurain-). Road-movies
ferroviarias de fuga y búsqueda (Mas Se Perdió En Cuba)
salpicadas de detalles imaginativos y seductoras travesías de
piano y guitarras con el Cortés menos killer. Confesiones
privadas entre bruma envolvente (Rio Lobos). Demoledores
trallazos como el sorprendente guiño a esa cumbre del
surrealismo fílmico nacional, Amanece Que No Es Poco de Jose
Luis Cuerda, en forma de brutal canción suicida: Mátame Camión.
O el subyugante misterio de esa llamada de atención cósmica que
es Cosecha, una fantasía sonora de cellos y audaces arreglos por
la que flota el espíritu arcano del cine de Shyamalan, el Bowie
de Space Oddity o el Astral Week de Van Morrison, como
desconcertante epílogo.
Antigua y Barbuda es Ángel Stanich 2018 al desnudo. Un
disco proteico, plagado de sorpresas que va a descolocar a
muchos. No solo atrapa el retrato de un artista en racha sino
algo hoy imposible de encontrar: capacidad de sorpresa. Y es que
Antigua Y Barbuda es uno de esos discos que alegra la
inteligencia y nos devuelve la fe en la música concebida como
arte. De los que marcan época y cambian el rumbo de su tiempo.
Pero, sobre todo, es un álbum que proyecta hacia un impredecible
futuro a un artista que ha llegado para quedarse.
j. maría rey |
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Ángel Stanich
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